Experiencias sobre talleres de Coreografías del Cuidado
"Puedes leer cómo meditar, puedes escucharlo, te pueden recomendar cómo hacerlo, pero que mejor que crear tu propia receta porque tu sabes tus caminos internos. Han sido las sesiones más provechosas; me abrió mucho el panorama y pude encontrar el sentido. Pensaba que solo era hacerme consciente del cuerpo pero no es así. Si hay más!"
"Aprendí a cuidar de mí y mi comunicación en redes. Me hice consciente de que solía dejar en silencio algunos chats y dejaba a las personas esperando por una respuesta o simplemente obviaba mi respuesta y aunque me incomodaba no hacía nada para cambiarlo. Entonces, mi primer aprendizaje fue ser responsable en el grupo y a comunicar.
Otros aprendizajes fueron el de desinhibir el cuerpo y atreverme a moverlo conscientemente, aunque el movimiento se vea raro, pero si yo me siento bien, hacerlo. También me di cuenta que llevando a cabo pequeñas rutinas de cuidado como cuando me estiro; identificar los movimientos que hace mi cuerpo y hacerlo con suavidad, cuidado y delicadeza para conectar con el presente. Ese momento, aunque breve, es un momento en el que siento que dejo de sobrepensar. Por último, este taller me motivo a documentar actividades (de cuidado) que hago por medio de foto y video, para recordar el sentimiento al realizarlos y también a compartirlos con mis personas cercanas".