El valor de la pausa
"Nuestros ojos están agotados con tantas imágenes, tanta velocidad. No tenemos tiempo para procesar lo que significan". Nuestros cuerpos se expresan pero no nos escuchamos.
Para una sociedad apresurada, crear un espacio-tiempo, una pausa, nos viene bien.
pau - sar ✶ hacer ... pausa ✶ detenerse
Crear un espacio entre las actividades rutinarias del día a día, nos permite sentir y refrescar el pensamiento:
¿Qué atención, cuidados o ajustes necesitas en este momento de tu vida?
¿Cómo estás?
¿Qué de ti has dejado pendiente por falta de tiempo o de atención?
“Mire, respire, sienta el viento, o el calor, o la brisa, analice las nubes, prediga que va a llover. Y, sobre todo, escuche: no hay sonido más reconfortante y más ignorado que el de la vida cotidiana. Cuando siente que ya miró suficiente, que absorbió el mundo con los ojos, aléjese de la ventana y prosiga con sus tareas.
Instrucciones para mirar por la ventana. Julio Cortázar.
En la pausa podemos encontrar otros modos de pensar, sentir, expresarnos; ahí aparece la posibilidad crear nuevas huellas / memorias en el cuerpo, como una medicina para atravesar los momentos difíciles y detenernos para escuchar cuál es el siguiente movimiento.
La pausa no es pasiva.
¿Que és una pausa?. En la experiencia, en la práctica lo podemos descubrir.